HIT ME HARD AND SOFT - Billie Eilish
Repleto de sorpresas, atravesando múltiples géneros y lleno de pasión, HIT ME HARD AND SOFT ofrece lo mejor de la siempre impresionante Billie Eilish.
Desde su excelente debut en 2019, Billie Eilish ha gozado de una trayectoria envidiable que hasta el día de hoy le ha acumulado unos 9 Grammys y dos Oscars, la misma cantidad que Emma Stone (de Oscars por supuesto). A pesar de que When We All Fall Asleep no fue su primer proyecto musical, definitivamente fue el esfuerzo que marcó el estilo de Billie en la conciencia pública, casi como su llegada a la tarima global. Oscuro, lleno de capas con texturas ásperas y el uso bastante creativo de sintetizadores y efectos vocales, combinado con su creatividad lírica, llevó a la joven artista a la cima del mundo del pop.
Su segundo disco, Happpier Than Ever, fue confirmación de que Billie tenía el talento y su debut no fue una anormalidad, era lo que debíamos esperar. Este segundo proyecto, nuevamente producido y compuesto con su hermano Finneas O’Connell, profundizó el campo sónico que habíamos conocido unos años antes, esta vez demostrando la capacidad del dúo de recorrer varios géneros distintos sin tropezar. Una queja que recuerdo ver de HTE fue que el disco era muy ambicioso, que había demasiado material y, más allá de algunas temáticas recurrentes, no tenía consistencia narrativa alguna, pareciendo más una antología de experimentos que un álbum.
Nunca llegué a darle mucha importancia a esas quejas, especialmente considerando lo sólido que fue HTE, pero dudo mucho que las volvamos a ver con este nuevo proyecto. HIT ME HARD AND SOFT reduce tamaño a unos 44 minutos cortados en solo 10 canciones y mantiene una narrativa clara y concisa a lo largo de toda su duración: un romance fallido.
Bueno, es un poco más que solo un romance fallido, según Eilish en SKINNY, la primera canción del disco, enamorarse de una de sus amigas ha sido su primer amor. El primer amor serio, por así decirlo. SKINNY abre el álbum con un sonido suave, presentando la temática central del resto del disco y está cargada de instrumentos de cuerda melancólicos que hacen bastante para asentar el ánimo y la estética del proyecto. Sabemos de una que estaremos escuchando un producto de pasión, de melancolía. En los últimos segundos, la canción introduce uno de los motifs que estaremos escuchando a lo largo del disco, presentado aquí por violines y un cello que sufren con los acordes, una progresión que veremos repetida con mayor dolor y emoción en el punto medio del álbum pero me estoy adelantando. SKINNY hace bastante para llamar la atención, logrando esto incluso al ser una pieza lenta y bastante sutil.
LUNCH retrasa el reloj y nos lleva al principio de este romance que habla Billie, cuando comienza su infatuación con su amiga, unas ganas que describe más como “gula” que en términos emocionales. Entramos a pop más movido, emocionante y pegajoso aunque me cuesta escuchar esta canción sin pensar que las guitarras fueron robadas a Arctic Monkeys mientras que los efectos vocales hacia el final fueron tomados prestados de The Weeknd. LUNCH sin duda será un buen éxito comercial pero a veces siento que es Billie Eilish-lite, como lo que le pondrías a un amigo que solo escucha Morat cuando le quieres mostrar la música de Billie pero no quieres asustarlo.
Al final, LUNCH sirve de transición entre la Billie más comercial y la más compleja que vimos en Happier Than Ever con la llegada de CHIHIRO. Esta pieza es otro salto temporal en la narrativa, esta vez al futuro donde su relación ya se ha desarmado completa y nuestra narradora se encuentra sola, lamentando no solo el fin de la relación pero lo difícil que fue para ella. En parte, Billie se siente traicionada. La sensación de vacío es acompañada por producción espaciosa con bastante eco y efectos de distorsión ocasionales en la voz de Eilish. Es esa voz que logra que la canción sea tan etérea y la fantástica progresión de los sintetizadores de Finneas le dan fuerza al mensaje narrativo. Sin duda una de las más excepcionales del disco.
Continuando con los saltos cronológicos, BIRDS OF A FEATHER vuelve a la época de LUNCH, donde la relación es joven y todo es color de rosas. Estamos en el ápice del romance, el primer día de la luna de miel, con Billie cantando alegre y la música siendo igual de simple y pegajosa. Dicho eso, la letra esconde algo de oscuridad debajo de la superficie feliz, con versos que revelan que las cosas quizás están pasando más al terreno de obsesión que enamoramiento. Por ta sólidos que sean estos elementos narrativos, BIRDS OF A FEATHER es muy simple como para terminar de convencerme. No que las canciones simples no pueden ser buenas pero el dúo de hermanos ha demostrado una capacidad bastante excepcional para construir complejidad y presentarlo de forma accesible al público. Cuando los veo crear algo tan básico, no puedo evitar sentir que sus esfuerzos han sido desperdiciados en algo que está por debajo de su nivel, por así decirlo.
Estas quejas mías son resueltas en WILDFLOWER, donde volvemos a texturas más complejas, fondos más etéreos y una pogresión final que se queda contigo por un buen rato. En lo narrativo, WILDFLOWER también profundiza nuestra historia de amor, reflejando las inseguidades de Billie tras conocer el lado más oscuro de su pareja al saber cómo terminó su relación anterior. Estos miedos, representados por la ex novia de su pareja, la persiguen como alguien embrujado por un fantasma, siempre esperando en las esquinas más oscuras de su mente.
Mientras que los saltos temporales continúan a lo largo del resto del álbum, WILDFLOWER marca una transición en el ánimo del disco, las canciones que quedan serán más oscuras en sonido y contenido. Así llegamos a THE GREATEST, que quizás se podría considerar la Happier Than Ever de este disco por las similitudes entre ambas piezas. A lo largo de la canción, Billie se arrepiente de todo lo que ella le dió a la relación y la paciencia que tuvo cuando sus esfuerzos no fueron correspondidos. Como varias otras piezas en este disco, THE GREATEST tiene un cambio anímico fuerte que estira la canción de un género a otro, algo que Eilish sabe manejar muy bien, reviviendo el motif que fue presentado en SKINNY.
Hablando de pasar de un género a otro, el álbum sigue con L’AMOUR DE MA VIE, una canción de bossa nova contemporáneo que parece estar inspirada por Laufey, aunque Eilish ha hecho esto antes, particularmente en Billie Bossa Nova en su disco anterior. L’AMOUR DE MA VIE es dura, la cantante inicia deseándole bien a su ex novia, justo antes de confesar que le ha “mentido” al llamarla el amor de su vida. Esto suena como inmadurez infantil de alguien que salió herida y ahora quiere pretender que ha “ganado” en el fin de la relación. Esto no es una crítica a Billie, la canción está bastante consciente de esto y se nota cuando Billie canta que su ex la superó con bastante facilidad. Hay un tono en su voz, como alguien tratando de fingir que un comentario insensible no le duele, que empieza a revelar sus verdaderos sentimientos. La máscara que Eilish ha construido para esconder su dolor se desmorona progresivamente con la canción hasta que culminamos con una explosión bombástica de sintetizadores ochentosos que acompañan su sed de venganza.
Este colapso en su compostura progresa aún más en THE DINER, con Billie acosando a su ex novia. La canción parece tener otro salto temporal justo en el medio, con una línea sobre una niñera insinuando que esto es algo que ha hecho en el pasado y no parece haber aprendido de ello. La producción áspera y oscura acompaña muy bien el sentimiento central de la canción, especialmente en versos como en el que Billie amenaza a quien ella cree es el nuevo novio de su ex.
Con ese ánimo llegamos a BITTERSUITE, la canción más parecida a un sueño de todo el disco y la que más he disfrutado escuchando una y otra vez. Las capas que han construido Billie y Finneas en esta pieza son realmente espectaculares, especialmente con todos los cambios anímicos que tiene la canción y que nos da, al final, unas tres canciones dentro de una sola. Aquí tenemos a Billie recordando algunos de sus sueños a lo largo de los últimos meses, con su ex siempre presente, en los cuales la cantante parece fantasear (así sea momentáneamente) con que aún hay un futuro donde ambas están juntas. BITTERSUITE cierra con más de la excelente programación de Finneas que nos da una previa breve al sonido de BLUE.
El álbum termina con Billie reconociendo que ella aún no supera a su ex novia en la excelente BLUE que está llena de referencias a momentos que hemos visto en el disco. Las referencias no son solo narrativas con la canción mutando de género para cerrar con las cuerdas dolorosas de un cello que lloran los acordes del motif de SKINNY y THE GREATEST. BLUE es realmente el lazo perfecto para cerrar este proyecto haciendo referencia a la naturaleza cíclica de enamorarse y jugando con las expectativas de una audiencia que tendrá que esperar el próximo disco.
Estaré ahí esperando con ansias porque lo que he escuchado aquí fue increíble.
Favoritas: LUNCH, CHIHIRO, WILDFLOWER, THE GREATEST, L’AMOUR DE MA VIE, THE DINER, BITTERSUITE, BLUE.
Puntuación: 8.5/10